Los mapuches en Chile

 Un pueblo en perpetua lucha por el reconocimiento.

Los mapuches, de la palabra mapudungun, que significa "Pueblo de la Tierra", son una población amerindia indígena e histórica de Chile y Argentina. Se dividen en comunidades que también se llaman Araucanos.

El término "araucanos" fue atribuido a los amerindios por los españoles cuando ocuparon la región de Araucanía o Arauco, que hoy en día corresponde a la región administrativa chilena de Araucanía. La palabra mapuche se refiere a la lengua mapuche que una vez fue hablada por los araucanos.


Se sabe que siempre han luchado con fuerza contra una potencia extranjera.

Primero contra los Incas, contra los que finalmente se inclinaron no sin haber mostrado una fuerte resistencia, luego contra la colonización española.

Hasta el siglo XIX, los mapuches resistieron a los colonos españoles utilizando el río Bío Bío como frontera natural, participando así en lo que hoy se reconoce como la mayor resistencia indígena de América.

En 1641, los mapuches fortalecieron su autonomía territorial al firmar el Tratado de Killin con los españoles. Siguieron otros 28 acuerdos, que reflejan dos siglos de relaciones diplomáticas entre los mapuches y los conquistadores españoles. 

Después de la independencia de América del Sur a finales del siglo XIX, la historia de la resistencia mapuche persiste, esta vez contra los estados chileno y argentino: 100.000 mapuches fueron masacrados por los ejércitos chileno y argentino. A pesar de la reforma agraria iniciada entre 1965 y 1973, que había mejorado las condiciones de vida de los mapuches, todos los avances legales se vieron frenados por el golpe de Estado militar de 1973. Desde 1989 y el retorno a la democracia, los mapuches han logrado algunas victorias en su lucha por la reparación, pero los conflictos con los intereses comerciales e industriales han intervenido para impedir la recuperación de sus tierras.


El conflicto entre el Estado chileno y el pueblo mapuche sigue siendo un tema delicado en el país hoy en día.

Preocupados por mantener sus diferencias étnicas y culturales y sobre todo por obtener un derecho reconocido a lo que consideran su territorio histórico, los mapuches han sufrido un violento proceso de asimilación forzosa y aculturación, denunciado por muchas organizaciones y por el Relator Especial de las Naciones Unidas.

Numerosas manifestaciones siguen teniendo lugar muy regularmente en Temuco. Varios dirigentes mapuches han iniciado huelgas de hambre para protestar contra la represión del movimiento de protesta y contra la persecución de los grupos más radicales del movimiento, que a veces toma giros particularmente violentos. La violencia de ambos lados, la policía chilena y los radicales mapuches, es regularmente noticia en el país.

Más allá de la cuestión de la propiedad, los mapuches están utilizando el derecho internacional, como la Carta de la Organización de las Naciones Unidas, y la adopción de la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 13 de septiembre de 2007, para exigir su reconocimiento y su derecho a la libre determinación según el modelo que han obtenido minorías étnicas como los inuit en el Canadá.


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